miércoles, 19 de agosto de 2009

EL CORTE



Siempre es una disyuntiva acceder a esa difícil decisión de cortar algo en tu vida. Un pololeo, un trabajo a un amigo o cortar cualquier cosa. El cigarro, los tragos, los Mc Donalds, etc. Sin embargo o quizás con embargo propiamente tal, es que cuando uno se enfrenta a la tijera de cortar pelo es una decisión complicada, incierta, pero que a pesar de los miedos, siempre, pero siempre, es inminente que si algo sale mal, con el tiempo se volverá a remediar. Bueno hoy me fui a cortar el pelo, no con mi estilista de siempre, que de paso es gay. Creo que ellos son mucho más prolijos y cuidadosos a la hora de cortar, no sé porque, pero te dan una onda casi como que se dedican a dejarte listo para caminar por la pasarela de la calle. (No quiero que esto suene a estigmatización), si es así para usted, es sólo su percepción. Retomo con lo de mi corte. En cada ocasión, cuando tomas esta decisión todos te dicen: “Oh…¿te cortaste el pelo?”...mmmm sí po’, ¿qué otra cosa podría haber pasado?, ¿me habrá crecido la cabeza?, no creo. La cosa es que cada corte es como que cambiara tu personalidad, una renovación que muchos pueden alabar y otros criticar (como me pasa a ami en el trabajo en donde la mayoría son hombres y no son capaces de decirte que te quedó bien tu nuevo renacer capilar). Cortarse el pelo es querer decir algo también. Decir que te aburriste de lo que te pasaba y quieres cambiar, renovar tu imagen quizás un tanto descuidada o simplemente porque ya no soportabas más esa chasca horrible que pululaba sobre el cráneo y el cuero cabelludo. Yo he pasado por varias etapas capilares, me han cortado el pelo muchas veces, incluso una vez mi mamá que hizo un curso de peluquería los sábados en Mario Mezza. Con ella di un gran salto el 2001, pasé del pelo largo (hasta los hombros) a un corte de vieja. Me quería morir era como el corte de ella, pero en versión para mi. Como Mary Rose y Jackson five crespo, malo. ¿Te gustó, me preguntó ella?... y desde mi interior respondí con un sí, casi inaudible, pero bueno no la iba a desanimar. Cortarse el pelo es dejar atrás, cortarse el pelo es seguir adelante, y si te equivocas, como en la vida, hay otra oportunidad paraa que crezca o para recuperarte. ¿Y qué pasa con los pelados?, Bueno ya se me ocurrirá algo con ese tópico, por ahora estoy contento de tener pelo y poder cortármelo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente post, alegre y liviano, me hizo acordarme de un viejo chiste de peluquería, que todavía me apreto la guata riéndo cuando me acuerdo.
Gracias por la sonrisa que me sacaste hoy..!!

Nico dijo...

¿Por qué no ponen sus nombres o por último seudónimos amigos?. La cubierta del anónimo nunca es buena. "N.N."

Anónimo dijo...

Mantén tu nivel vibracional alto, que es lo que te caracteriza y te hace diferente, lo del N.N. no fue intencional.
Ahora te debo un café +s galletas.
Ja..!!

Nico dijo...

La ansiedad es mi peor defecto, y esta incógnita lo eleva a niveles insospechados. ¿El café deberáser bien cargado?

Anónimo dijo...

Aww!! Excelente!! me encanto!!! sin palabras. simplemente es lo que me sucede siempre.... voy, cortan mi pelo, me arrepiento y despues digo: crecera..... y asi es... al igual que muchas heridas del corazon, siempre sanaran al tiempo..... jeje
Un abrazo desde Costa Rica!
Mary!