Cartas de amor... ¿Pueden llegar a enamorarte??

Esta es una colaboración para mi Blog. La autora prefiere mantener su nombre en reserva es por eso que la llamaremos... ¿cómo la llamaremos?. Ustedes decidan y manden nombres para ella. (El contingente femenino también tiene cabida en el Blog menos influyente entre los 200.000 blogueros menos visitados de Chile).

atte. NicoOpazo - mi twitter-

Palabras lindas, muchas veces cliché. Un conjunto de frases, que por algún motivo te hacen sentir especial, un poco princesa y quizás hasta más guapa que antes de leerla.

Como es posible que lindas palabras, o bueno, MUY lindas te hagan caer en un enamoramiento con otra persona??

Creo que es una arma que los que tienen el don de tener una pluma privilegiada deben cuidar. Como bien dice el buen Fito en una de sus canciones “Las palabras palabras me hacen trampa. Nunca creo en lo dicen tus palabras Las mías son iguales siempre meten confusión La tensión entre tus versos y el lenguaje La tensión entre mis besos y tu amor...”

Muchas veces vuelvo atrás y miro a esta persona... Pienso que quizá él nunca me hubiera interesado y que lo más probable es que me haya enamorado de su "pluma". Pero no puedo dejar de encontrar injusto que él manejara el guión de la película a su antojo. Él elige cuando empieza y cuando y cómo termina...

Era tan fácil darle un final feliz... Pero por alguna extraña razón, no quiso. Quizás influenciado por el rating, la repetida aparición de los finales felices en la pantalla grande o que se yo… decidió cortarlo cuando apenas empezaba. Sin yo entenderlo, ya que supuestamente en algún minuto fuimos el complemento perfecto para una buena película.

Qué hubiera pasado si él decidía alargar la historia o darle un final feliz? Nunca lo sabremos… Y a mi ahora que me queda?? Solo una carta de amor más, guardada en mi caja de los recuerdos… A ustedes, guionistas de películas aún sin final, les doy un pequeño consejo… Cuiden sus lindas palabras de la época de conquista, son necesarias tanto en el comienzo, desarrollo, como final… Que ojala no sea tan arbitrario ni abrupto…

ADÁN

Andrés Rillón, Don Pío en el Jappening y el caballero de sombrero gris en los comerciales de Winter, es el protagonista o el antagonista, o nada de eso, aunque sería terrible si así fuera porque sino, no habría obra. La cosa es que este caballero te lleva a un recorrido por la historia como si fuera Adan, el primer hombre en la tierra. Pasa por varios sucesos y épocas históricas como la antigua Grecia, la Revolución francesa, primera y segunda guerra mundial. ¿Todavía no cachan pa’ dónde voy? Bueno en la obra tampoco se dilucida mucho. La cosa es que Rillón trata de Gordo a Napoleón, comenta que Einstein era gay y que lo visitaba en Cartagena. Todo esto muy loco, con un hilo conductor que está lleno de improvisación y de seguro que no es igual en cada monólogo.

El vejete irónico-hilarante-chistoso, “se gana” en medio de una “U” de espectadores y está sentado todo el rato viendo fotos e imágenes sacadas del Larousse o del Sopena en donde se representan estos personajes e hitos históricos de época.

Esto se realiza en la Casa Baco en Avenida Perú #502 (El dueño es Felipe Izquierdo, que de izquierda no tiene nada, si no me equivoco, y si me equivoco que alguien me lo haga saber, porque sería terrible, por la honra, no de este señor de Izquierdo(a), sino que por mi… como muy mal informado carnicero – embutidor -costurero que soy). Vale 10 lucas P/P (que no es Power Peralta) incluye vino y quesos y empanadas y dos servilletas. Recomendable. Ojo: el promedio de edad de la audiencia es de 50 pa’ arriba. Como diría la Feña o te lo preguntaría a ti: “¿Erís absurdo gallo?” ¿Qué ondi lo loquí?, ella misma te respondería… “Es que no te la podís perder gallo”.

Anda a verla si tenís plata, si no, te dejo estos videos de Youtube, pa’ que cachís “gallo” qué onda Andrés Rillón, un clásico de los clásicos del humor nacional.

EL CORTE

Siempre es una disyuntiva acceder a esa difícil decisión de cortar algo en tu vida. Un pololeo, un trabajo a un amigo o cortar cualquier cosa. El cigarro, los tragos, los Mc Donalds, etc. Sin embargo o quizás con embargo propiamente tal, es que cuando uno se enfrenta a la tijera de cortar pelo es una decisión complicada, incierta, pero que a pesar de los miedos, siempre, pero siempre, es inminente que si algo sale mal, con el tiempo se volverá a remediar. Bueno hoy me fui a cortar el pelo, no con mi estilista de siempre, que de paso es gay. Creo que ellos son mucho más prolijos y cuidadosos a la hora de cortar, no sé porque, pero te dan una onda casi como que se dedican a dejarte listo para caminar por la pasarela de la calle. (No quiero que esto suene a estigmatización), si es así para usted, es sólo su percepción. Retomo con lo de mi corte. En cada ocasión, cuando tomas esta decisión todos te dicen: “Oh…¿te cortaste el pelo?”...mmmm sí po’, ¿qué otra cosa podría haber pasado?, ¿me habrá crecido la cabeza?, no creo. La cosa es que cada corte es como que cambiara tu personalidad, una renovación que muchos pueden alabar y otros criticar (como me pasa a ami en el trabajo en donde la mayoría son hombres y no son capaces de decirte que te quedó bien tu nuevo renacer capilar). Cortarse el pelo es querer decir algo también. Decir que te aburriste de lo que te pasaba y quieres cambiar, renovar tu imagen quizás un tanto descuidada o simplemente porque ya no soportabas más esa chasca horrible que pululaba sobre el cráneo y el cuero cabelludo. Yo he pasado por varias etapas capilares, me han cortado el pelo muchas veces, incluso una vez mi mamá que hizo un curso de peluquería los sábados en Mario Mezza. Con ella di un gran salto el 2001, pasé del pelo largo (hasta los hombros) a un corte de vieja. Me quería morir era como el corte de ella, pero en versión para mi. Como Mary Rose y Jackson five crespo, malo. ¿Te gustó, me preguntó ella?... y desde mi interior respondí con un sí, casi inaudible, pero bueno no la iba a desanimar. Cortarse el pelo es dejar atrás, cortarse el pelo es seguir adelante, y si te equivocas, como en la vida, hay otra oportunidad paraa que crezca o para recuperarte. ¿Y qué pasa con los pelados?, Bueno ya se me ocurrirá algo con ese tópico, por ahora estoy contento de tener pelo y poder cortármelo.

LAS GOTAS DEL CIELO, AMEN.

Cuando te enfrentas a la lluvia es como si el mundo y el cielo se cayera sobre ti. Cuando ves el horizonte oscuro, gris y blanco sientes que de hoy no pasas, pero también entra un sentimiento de pequeñez, no sé como decirlo, pero es evidente que en estos días de lluvia, fríos con no más de 7 grados, que sientes la necesidad intrínseca de decir y expresar lo hermoso que es vivir, lo lindo que es respirar y sentir las gotas en tu cara y el aire frío y limpio entrando en tus pulmones. Sobretodo en una ciudad como Santiago la que en gran parte de su vida está con tonos grises-cafés y con una pesadez que te abruma.

Hoy venía manejando y sentí eso, hoy fui a almorzar afuera y veía a través de la ventana como la gente escapa y huye de la lluvia. Error, porque se debe disfrutar y sentir cada gota fría que cae sobre tu cara y resbala por el cuello. Me gusta la lluvia, aunque siempre escape de ella, me gusta lo refrescante que se siente aunque sea hipocondríaco y piense siempre que me voy a enfermar de la garganta. Me gustan las tardes melancólicas de Santiago. Hoy me compré unas zapatillas, negras, hace como meses que no tenía unas así, de cuero. ¿Será algún signo de madurez?, Ja. Me gustan los días así. ¿Un consejo?, disfrútenlo a su manera, pero disfrútenlos.

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